Científicos argentinos descubren un gen maestro para entender la maquinaria celular
Estimula la generación de nuevos vasos sanguíneos y reduce la inflamación
Tal como a Champollion le bastó la piedra Rosetta para empezar a descifrar  los jeroglíficos, investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales  de la Universidad de Buenos Aires descubrieron un gen maestro de la maquinaria  celular: su activación gatilla los eventos moleculares que determinan la  creación de nuevos vasos sanguíneos y los procesos de inflamación, dos  acontecimientos fisiológicos considerados vitales, por ejemplo, en el desarrollo  de tumores. El estudio se publica hoy en la revista científica Cell . 
"Empleamos una técnica que permite ver genes que se expresan de forma  diferente en distintos tejidos y comparamos tejidos normales con otros tomados  de tumores de hipófisis", explica el doctor Eduardo Arzt, uno de los directores  del Laboratorio de Fisiología y Biología Molecular y Celular y autor del  estudio.
Mediante un trabajo muy, muy laborioso, los científicos  analizaron miles de genes hasta que dieron con uno, desconocido hasta ese  momento, que se expresaba dos veces en muestras independientes.
"Nos  llamó mucho la atención -cuenta Arzt-. Así que decidimos recurrir al banco de  datos genéticos del genoma humano. Nosotros lo habíamos clonado en ratones y  ratas, pero les escribimos y nos enviaron la secuencia humana. De modo que  empezamos a trabajar sobre un gen absolutamente desconocido sin tener la menor  idea de cuál podría ser su función."
Al cabo de todo ese tiempo -a  veces, trabajando contra reloj-, los investigadores lograron trazar un completo  mapa de la función del gen y de la proteína que sintetiza.
Para  entenderlo, es indispensable explicar que existe en las células un proceso  fundamental llamado "ubiquitinación", que "marca" las proteínas que ya no sirven  porque cumplieron su función, son defectuosas o están presentes en cantidades  excesivas.
"La maquinaria celular les pone una especie de etiqueta que  se llama «ubiquitina» y las manda a un sistema de degradación, un complejo  enzimático que las destruye cuando están marcadas -explica Arzt-. Este  descubrimiento motivó un Premio Nobel de hace un par de años, pero luego se  descubrió que existe un segundo sistema que «etiqueta» proteínas; en este caso,  para salvarlas. Este proceso se llama «sumoilación». Al principio no se sabía  por qué, hasta que se empezó a ver que no sólo las rescata, sino que también les  cambia la función. Este segundo sistema sería un instrumento de adaptación fina  a distintas situaciones. A la etiqueta se la llamó «SUMO» (por small  ubiquitin like modifier ), como los luchadores japoneses ."
El gen  que descubrieron Arzt y equipo, y que llamaron RSUME, es un componente clave de  este sistema. "Su función es potenciar o estimular la sumoilación", detalla la  doctora Susana Silberstein, investigadora de la facultad y coautora del trabajo. 
En principio, RSUME se activa en las células por falta de oxígeno  (hipoxia), algo que se da en diversas situaciones patológicas, como por ejemplo  en la isquemia (en el corazón o el cerebro), o en el daño de tejidos (por  accidente, hipoxia prenatal o cáncer).
"Una de las acciones de este gen  es controlar la estabilidad y aumentar la cantidad de un factor de transcripción  llamado HIF (factor inducible por hipoxia), cuya función es regular todos los  factores que estimulan el crecimiento de vasos sanguíneos (angiogénesis); por  ejemplo, el VEGF ( vascular endotelial growth factor ) -explica Arzt-. La  cosa sería así: RSUME estabiliza a HIF, que a su vez potencia a VGF. El efecto  de esta cascada de eventos es que aumenta la irrigación sanguínea hacia el sitio  con hipoxia. Este gen es el que gatilla la respuesta para la formación de vasos  sanguíneos."
Dado que los tumores dependen de los procesos de  angiogénesis (creación de nuevos vasos sanguíneos) para abastecerse de oxígeno,  el gen RSUME podría ser una pieza clave de una nueva estrategia contra el  cáncer.
"Las células cancerígenas sufren necrosis e hipoxia en el seno  de la masa tumoral, y sobreviven y crecen generando nuevos vasos que las  irriguen -dice Silberstein-. Precisamente, encontramos que RSUME estaba muy  aumentado en esas células."
El descubrimiento de un factor clave en los  procesos angiogénicos abre nuevas perspectivas para el combate contra el cáncer.  Pero hay más. El gen RSUME también estabiliza otra proteína, llamada NFKB  (factor de transcripción de la inflamación), que reduce la respuesta  inflamatoria. "Al bajar la respuesta inflamatoria, también favorece  indirectamente la proliferación de tumores", destaca Silberstein. Es decir que  si se pudiera inhibir la acción de RSUME, se podría controlar el crecimiento de  los tumores.
Comenta Arzt: "Curiosamente, cuando estábamos terminando el  trabajo, un editorial de Nature Medicine se preguntaba cómo estarían  relacionados estos dos factores". Los científicos argentinos ya habían hallado  la respuesta.
Por Nora Bär
De la Redacción de LA NACION  
Dolor crónico por problemas de espalda o columna, fibromialgia, esclerosis múltiple, artritis, artrosis, migrañas, oncológicos. etc; así como los problemas vitales y psicológicos que sufre el paciente y sus cuidadores.
Si deseas colaborar contando tu experiencia, publicando un artículo, realizar una consulta, sugerir un enlace, proponer una encuesta o cualquier otro tipo de participación, solo tienes que intentarlo. Somos muchos y no estamos locos.
Blogalaxia salud dolor articulos médicos dolor crónico enlaces médicos consultas


EN ESPAÑA
























No hay comentarios:
Publicar un comentario