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jueves, 15 de noviembre de 2007

EL CUERPO ES UNA UNIDAD: MEDICINA DE LA AUTO-ORGANIZACIÓN

A resultas de las investigaciones sobre la neuralgia del nervio trigémino y por un correo que recibí de mi amigo Paco Sánchez recordé una web que recorrí hace un año y que entonces me pareció muy interesante dedicada al dolor.

En dicha web se propone aplicar las teorías de auto-organización que presentan todos los sistemas vivos al cuerpo humano -como ser vivo que es-, de manera que el cuerpo se comporta ante variaciones externas o internas, creando sus propias maniobras de autocompensación. Eso más o menos es lo que dicen algunos sanadores y también mi fisioterapeuta: el cuerpo es un todo y todo lo que en él ocurre afecta al resto, por lo que muchas veces el dolor procede de un daño causado en otra parte del cuerpo.

Mi amigo tenía una dolencia trigeminal y no mejoraba ni se apreciaba la causa en las pruebas. Acudió a un sanador-medico-curandero, me dice,y le diagnosticó, tras explorarlo, que el cordal estaba necrosado y le presionaba el nervio y que un pequeño fallo en el páncreas de anticipación de la segregación podía aumentar esa tensión.

Así que: "Fuí al dentista me extrajeron el cordal, e incluso comentó que como era posible que yo aguantara tanto tiempo. En definitiva con sacar el cordal, dos pastillas, una antes y otra después de las comidas, más unas inyecciones de vitamina B12, el tan molesto dolor desapareció para siempre."

Yo la investigué para mi caso en su día, pero consulté y me dijeron que no tenía problema en las muelas -no tiene que ser necesariamente esta zona la causante, pero en el dolor de espalda parece que suele ocurrir- y comencé mi nuevo tratamiento.

Lo que me interesó mucho fue la filosofía del Dr. Pablo Runbén Koval (Buenos Aires) creador de la página MEDICINA para la AUTOORGANIZACIÓN (Dolor Persistente y Otros Problemas Complejos). Para su comprensión extracto un fragmento de la definición:


"(...)Campos interferentes

Como se mencionó en párrafos anteriores el ser vivo funciona como una red. Una red sin principio ni fin en la que cada punto de ella está interrelacionado con todos los demás puntos que la componen. Hechos ocurridos en el pasado (meses, años) como lesiones, fracturas, cirugías, infecciones, procesos inflamatorios, procedimientos odontológicos, emociones fuertes, pérdidas afectivas pueden dejar memoria en el sistema nervioso y constituir focos irritativos que comprometen el funcionamiento de la red. Esos focos irritativos actúan como campos de interferencia. Hay que señalar que no siempre aquellas agresiones se convierten en campos interferentes.

Durante la vida se acumulan este tipo de irritaciones, los tratamientos impositivos tienden a silenciarlas. En un momento dado, temprano o tarde en la vida, un nuevo hecho grande o pequeño que aumenta la entropía del sistema hasta un nivel determinado puede conducir al organismo a hacer síntomas de una enfermedad o determinar cambios estructurales "que aparecen de la nada". Un cambio climático, una fractura, una cirugía, una situación de estrés puede ser el desencadenante.

Ejemplos concretos pueden encontrarse en los diferentes capítulos de este sitio asi como en los numerosos casos clínicos presentados.

Desde nuestra óptica el tratamiento correcto de casi todas las enfermedades es propender a la autoorganización del sistema para que la persona realmente se cure. Propender o facilitar la autoorganización implica actuar sobre las interferencias. Para facilitar la autoorganización puede ser suficiente una aplicación de lidocaína o procaína en el sitio y momento correctos.

Medicina impositiva vs. medicina facilitadora

Es importante diferenciar entre una medicina impositiva y una medicina facilitadora.

La medicina impositiva con sus medicamentos "anti" (anti-dolor, anti-infección, anti-inflamación, anti-fiebre, anti-depresión, anti-diarrea, anti-espasmo, anti-hipertensión, etc.) y con sus medicamentos "favorecedores de" (broncodilatadores, inductores del sueño, estimulantes del apetito, evacuantes intestinales, para la circulación, etc.) pretende indicarle al organismo qué es lo que tiene que hacer, sin respetar su capacidad de autoorganización. Esta conducta habitualmente conduce a más enfermedad o a "nuevas" enfermedades.

En cambio, la medicina facilitadora con sus impulsos de lidocaína o procaína propende a la autoorganización y, por lo tanto, a la recuperación de la salud. Dichos estímulos ayudan al organismo a encontrar su camino de mejoría y de ser posible curarse definitivamente.

Impulsos de lidocaína facilitadores de la autoorganización

Este tratamiento, aunque sin la concepción actual, fue descrito inicialmente por el profesor Alexander Vischñevsky, discípulo de Pavlov (premio Nobel), aproximadamente en 1920 en la ex Unión Soviética y desarrollado por los Dres. Walter y Frederic Huneke en Alemania en 1925. En la fecha Alemania, Austria y Colombia son los países en donde más se utiliza. La concepción actual se debe a los aportes del Dr. Julio César Payán de la Roche, de Colombia.

En medicina, la lidocaína al 1, 2, 4, 5 ó 10 % se usa como agente anestésico local: para pequeñas cirugías, para anestesia peridural o raquídea, para bloqueos periféricos, para aplicar en las encías, en odontología, para las hemorroides, para hacer endoscopías digestivas o bronquiales o para infiltraciones. La lidocaína se emplea también para tratar ciertas arritmias cardíacas. La lidocaína, en general, se usa asociada a adrenalina (epinefrina) para aumentar la duración de su efecto anestésico, una sustancia que puede causar arritmias por estimulación cardíaca, o a un corticoide (cortisona), poderoso antiinflamatorio que puede causar úlceras digestivas, osteoporosis, trastornos psiquiátricos, alteraciones metabólicas u hormonales, diabetes, retención de líquido, aumento de la grasa corporal, etc.

Nosotros usamos lidocaína muy diluida en solución fisiológica al 0.375% sin ningún agregado. En esa concentración tan débil no produce anestesia sino que actúa como impulso para la autoorganización, regulando al sistema nervioso. Es decir que en una concentración menor adquiere la propiedad de un fármaco diferente. Es como el caso de la aspirina, 500 ó 1000 mg sirven para calmar un dolor de cabeza, 100 mg no alivian la cefalea pero sirven para inhibir la adhesividad plaquetaria (evita que se formen coágulos). Al usar la lidocaína tan diluida, sin agregados, sin adrenalina ni corticoide, no ocurren efectos secundarios.

Muchas personas, incluso algunos médicos, dicen: "¡ah!, lidocaína, es anestesia, pasa el efecto y se acabó". La realidad es completamente diferente. La lidocaína al 0.375% aplicada en lugares específicos modifica el estado del sistema nervioso en el lugar donde se aplicó y por ende actúa sobre la totalidad del organismo. El sistema nervioso es una red interactiva, sumamente dinámica y versátil; un estímulo en un punto de la red se difunde abarcándola toda, a su vez cada punto se comunica con los demás enviando y recibiendo información, consecuentemente con cada estímulo cada punto de la red se modifica y ésto ocurre permanentemente. Es un sistema ubicuitario que a través de la sustancia intercelular interactúa con cada una de las células, de cada órgano y de cada estructura. La lidocaína al 0.375% actúa como estímulo.

¿De qué modo la lidocaína o la procaína modifica al sistema nervioso? Lo que hace es normalizar el estado eléctrico de las membranas celulares alteradas del tejido nervioso relacionado con áreas enfermas, lesionadas o cicatrizadas, que de ese modo recuperan su vitalidad.

¿Qué beneficio aporta la revitalización de áreas enfermas, lesionadas o cicatrizadas? Cuando el tejido enfermo, lesionado o cicatrizado recupera su vitalidad deja de interferir al resto del organismo y éste empieza a funcionar armónicamente. Es decir facilita la autoorganización del sistema.

Localmente la lidocaína actúa durante 1-2 hs pero su efecto terapéutico puede durar días, meses o indefinidamente. ¿Por qué? Porque lo que se mantiene es el nuevo estado de organización que logra el organismo tras el estímulo, pese a que el medicamento haya desaparecido mucho tiempo atrás. De la gravedad del desequilibrio depende el número de aplicaciones necesarias. Con cada aplicación la duración del efecto se extiende hasta llegar en la mayoría de los casos a la resolución del problema.

La lidocaína en la concentración señalada y en las dosis que empleamos no produce efectos secundarios, es decir no causa intoxicación, alergia, daño renal, hepático, cerebral, etc. La lidocaína al actuar como estímulo inespecífico puede causar reacciones (no complicaciones). Son reacciones de autoorganización ecológica que hace el organismo en respuesta a ese estímulo y que habitualmente señalan la existencia de algún trastorno preexistente. Las reacciones pueden consistir en fiebre, gripe, dolor de garganta, diarrea, expectoración, flujo vaginal, etc. Esas reacciones son útiles para el organismo porque sirven como "limpieza" y permiten orientar la continuación del tratamiento.

La medicina para la autoorganización y el arte del médico

La medicina para la autoorganización es útil para tratar la mayoría de las enfermedades agudas, crónicas, funcionales, autoagresivas, por falta de defensas, por falta de capacidad de reparación. No cura el cáncer, pero puede ayudar a sobrellevarlo; no resuelve una fractura, pero es útil para tratar las secuelas; no puede reemplazar a una cirugía en un abdomen agudo (apendicitis, peritonitis, etc.), pero sirve para tratar las complicaciones y secuelas; no resuelve un cuadro infeccioso grave instalado, pero ayuda a prevenirlo y también a tratar sus secuelas; no es útil para tratar un cuadro psiquiátrico grave descompensado, pero en ciertas personas permite resolver la depresión, la angustia, el pánico, el insomnio, una fobia, etc.

El arte consiste en saber dónde, cuándo y cómo aplicar la lidocaína. Este fármaco no actúa como cualquier otro medicamento que se ingiere o inyecta para luego circular por todo el organismo ejerciendo su acción en sitios determinados -por ejemplo, un antibiótico en donde hay bacterias, un sedante sobre áreas del cerebro, un antiácido sobre el aparato digestivo, un broncodilatador sobre los bronquios, etc.- sino que actúa sólo en el sitio de inyección y mediante la modificación que ejerce en ese lugar hace su efecto general. Por esta razón debe determinarse con precisión cuál es el sitio que necesita de la aplicación. En ésto reside parte del arte del médico. La inyección en el sitio inadecuado puede resultar en falta de respuesta o, peor aún, en un agravamiento del cuadro clínico. La segunda parte del arte del médico consiste en saber en qué momento hacer la aplicación asi como en determinar cuánto tiempo dejar pasar entre una aplicación y otra. Finalmente, el arte del cómo está representado por la técnica que exige un exhaustivo conocimiento de la anatomía y una delicada habilidad manual.

Resumen

La autoorganización es una propiedad inherente a los seres vivos. La enfermedad es una forma de autoorganización. La presencia de interferencias acumuladas durante la vida y silenciadas por los tratamientos impositivos permite explicar la aparición de síntomas o de alteraciones en la estructura a partir "de la nada". La medicina facilitadora de la autoorganización por medio de impulsos con lidocaína o procaína permite eliminar dichas interferencias. De este modo constituye un modo inespecífico, sumamente útil, prácticamente no tóxico, que le permite al organismo alcanzar su estado de salud.

Lectura complementaria

Compartiendo la filosofía

Tipos de tratamiento con lidocaína

Terapia neural

Modulación neuromuscular

Odontología neurofocal

Reparación y revitalización de tejidos lesionados

Lidocaína-Procaína (artículo destinado a profesionales) "

Creo que puede ser de utilidad tanto para pacientes como para profesionales. Para los primeros si no son de Buenos Aires o de Argentina, para visitar al Dr. Koval e informarse de primera mano, además de aprender la manera en que se comporta el cuerpo y sus interconexiones, es una forma de conocer las teorías de premiados con el Nobel como Vischñevsky y Prigogine y estudiosos como Lovecroft (autor del libro Gaia) y del Dr. Julio César Payán de la Roche, de Colombia, el cual aplicó las teorías de sistemas caóticos -no se asusten, que la palabra caos en griego significa abierto, o sea que no tienen una solución única sino que pueden darse infinitas por cada cambio que se dé en alguno de sus elementos, como el efecto mariposa- a la medicina moderna

Como en todo habrá personas que estarán más o menos de acuerdo y otras que no respecto a la práctica médica, mas en lo que creo que no se puede estar en desacuerdo es en que el cuerpo es un sistema global en el que un pequeño cambio en uno de sus miembros puede afectar al funcionamiento del resto.

Aconsejo que visiten la página.

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