UNA HISTORIA DE AMORALGIA (FASE I)
Aquí estoy, quieto,
mientras la vida se remueve.
En alborada sinfonía
que baja de La Cumbre,
de humedad y de pinos,
de luces oceánicas henchida.
----------------- x ---------------------
El burro-tenor, como un eco,
templa su voz cada mañana.
Los pájaros, el viento,
afinan sus trinos, de rama en rama,
de balcón en balcón,
como una gran vela extendida,
anunciando el redoble del estío.
Y las palmas, la cuerda,
abanicos de sombras y destellos,
rozando las hojas de las ventanas,
descorren, de par en par, con su allegro,
el tenue sueño de las cortinas.
----------------- x -------------------------
Aquí estoy, casi quieto:
rozan los dedos la lámina del agua.
Sin ondas, como un espejo de luna.
Como una límpida copa
de profunda y brillante melodía.
Rozan la tibia claridad,
las perennes estrellas de tu claridad.
21/05/04
Aquí estoy, quieto,
mientras la vida se remueve.
En alborada sinfonía
que baja de La Cumbre,
de humedad y de pinos,
de luces oceánicas henchida.
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El burro-tenor, como un eco,
templa su voz cada mañana.
Los pájaros, el viento,
afinan sus trinos, de rama en rama,
de balcón en balcón,
como una gran vela extendida,
anunciando el redoble del estío.
Y las palmas, la cuerda,
abanicos de sombras y destellos,
rozando las hojas de las ventanas,
descorren, de par en par, con su allegro,
el tenue sueño de las cortinas.
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Aquí estoy, casi quieto:
rozan los dedos la lámina del agua.
Sin ondas, como un espejo de luna.
Como una límpida copa
de profunda y brillante melodía.
Rozan la tibia claridad,
las perennes estrellas de tu claridad.
21/05/04
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