Un punto de encuentro para aquellos que sufren cualquier forma de dolor crónico en su propio cuerpo y para quienes lo sufren como pareja, familiares, amigos o personal médico y sanitario. Un lugar abierto a quien desee exponer su caso o estudios o consultar sus dudas o realizar encuestas específicas o desahogarse… cómo y cuándo se quiera.

viernes, 21 de septiembre de 2007

DOLOR DE NO SER YO (HISTORIA DE AMORALGIA)

DOLOR DE NO SER YO





Quiero vivir

y no en la rabia,

quiero amar

y amo

y también sufro,

tercer apellido

de mi trivialidad.


No hallo tribunales

que juzguen a un espasmo,

a una puntilla ardiente,

a un terremoto carnal,

a un subcutáneo ardor,

a un descarnamiento

o a un desmenbramiento,

ni existen factores atenuantes

de vinagres

en los gestos y en la voz,

ni nadie puede detener al amor

que huye en busca y captura,

rebelde de sufrir

lo que no soñó.


Todos podemos relatar de desamores

y de ese padecer de congoja y ausencia.

Todos identificamos sus heridas.


No todos saben interpretar

los anuncios de lluvias o granizos.

Solo el campesino lo siente.

Y sólo ellos pueden ser testigos

de mi demanda judicial.


Que mis pruebas no son mensurables

y mi cerebro es una caja fuerte

de la que nadie poseemos

la secreta combinación.

Mi cerebro como memoria,

las entrañas como cuerpo del delito.


A la claridad del día

la viste de tinieblas

y de semillas de jalapeños,

a la noche de estrellas y silencios

le clava el mudo grito

de la desesperanza y del vacío.

Mas ambas en función privada,

en interno y eterno fluir de horas,

de meses, estaciones y destiempos.


Se electrocuta la sangre,

los clavos de cristo regresaron,

la soledad de los muertos,

el silencio de los muertos

compañeros del quejido…


Y se suman dolores

de desamores y de amores

que el agujero negro

desintegró.


Me queda estampar el papel

con otro grito mudo,

para advertir que sigo vivo,

para sanar la herida,

para creer en la esperanza

de que todo sepa

a los besos perdidos

y escuches el latido

de un espíritu en lucha.


Mas me ves enfermedad

y me aprecias

en arenas movedizas disolviéndome

y me piensas abrupto

porque rabio,

porque no me comprendes,

porque dices que no me amas,

porque no me oyes,

tanto que no merezco el cabo

que al menos a flote me mantenga;

ni ves que no soy yo la enfermedad,

sino gladiador contra lo invisible,

lo intangible, lo incansable,

en una guerra que no he buscado,

en la que soy cadete y general,

sobre la que sueño,

por encima de las derrotas,

tantísimas derrotas,

reaparecer vivo y liberado.


Hoy no escucho risas,

no vibro con tu canto,

no descanso en tu caricia

y el hielo ocupó la horma de tu calidez.

Hoy tampoco te veo feliz

o descansada o despechada,

no quieres mi hombro de reposo

ni las delicias del abrazo:

te has quedado

sin piernas para andar

y no te compensa

la alegría de nuestra complicidad.


Con todos los dolores

la rabia me desborda

pues soy ciego sin bastón,

pues soy sordo sin tu voz,

pues los sentidos

carecen de sentido,

pues la lógica

barrunta en la sinrazón.


La locura quizás

de pensar y sentir

que el amor puro

es el cénit de lo puro

tal como inquebrantable eternidad.


Tú que de mí has conocido

lo bueno, lo malo y lo que no conozco,

¿no tenías más motivos para amarme

si ya mi ser era parte de ti

y con él toda la libertad de tu vivir?

Exclusiva elección de la negatividad

que se apodera de tu sangre y de tu aliento

y te incita a destruir por no crecer.


Dolores sobre dolores

y sobre dolor la impotencia…


De no poder correr o saltar,

de no poder dormir o soñar,

de no poder hablar y escuchar,

de no poder amar y ser amado

.

Impotente rabia que me tiraniza

y transforma lo malo en peor.




Vistiéndome de un nuevo dolor…




… el impío dolor de no ser yo.








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